La joven de 23 años se siente abrumada por la fama y la presión de la ajetreada vida que tiene que llevar si quiere seguir siendo una estrella. Adele ha confesado que cada vez está más agobiada cuando tiene que realizar presentaciones en directo.
A raíz de este malestar, a la artista le han surgido algunos miedos y por ello cree que morirá en plena juventud. Para evitar que eso ocurra, la cantante ha decidido vivir de nuevo con su madre.
Los nervios y la angustia de Adele han provocado que ella misma pensase que sino volvía con su madre llegaría un día en que se la encontrarían muerta en su apartamento de Nothing Hill comida por las ratas. Además, había llegado a un punto en que no podía llegar sola a casa, usar su tarjeta de crédito o limpiar su casa.
Parece que este año la vida personal de Adele no va del todo bien. Ya que, hace un mes la intérprete tuvo que cancelar su gira por Estados Unidos por culpa de una laringitis a causa del tabaco.
Deseamos que la joven Adele encuentre de nuevo su camino para poder escuchar su gran voz encima de un escenario.
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